7. LEGADO

28 de julio de 1832, decidí quitarme la vida por amor imposible, por el amor que sentía hacia el escritor Juan Ramón Jimenez.

La noticia poco a poco hizo eco entre los periódicos de aquella década:

"Señorita se suicida en un hotelito de las Rozas" - Periódico Libertad

 "Suicidio de una señorita. Se encierra, un disparo en la cabeza y muere instanáneamente" - Periódico La Voz

Poco antes de mi muerte, Le entrege a Juan Ramón mi diario donde confesaba todo mi amor por él. El poeta tras la trágica noticia decidió publicarlo para poder rendirme homenaje pero eran tiempos dificiles debido a la Guerra Civil lo que impidió la publicación en vida del autor. 83 años más tarde, la edición de Juan Ramón vio la luz y  la primera vez que el diario fue publicado al completo gracias a la Fundación José de Lara en 2015.

 

Poco a poco, con el tiempo, se me ha ido reconociendo por mi brillante talento más que por mi triste final.

No he caído en el olvido, pese a que sigo oculta en la sombra de la historia como muchas otras mujeres de la generación del 27, gracias a mi sobrina Marga Clarck, que se puso como misión recuperar mi figura.

El último lugar donde viví fue las rozas, cada mes de mayo se me recuerda. Fui nombrada hija adoptiva del municipio y doy nombre a la Biblioteca Municipal de las Matas.

                                             

Sin duda alguna, Marga fue una niña prodijio, con mucha posibilidad de haber tenido una brutal vida profesional marcada por la escultura,la ilustración y la escritura.